Siguiendo
con las exposiciones sobre trabajo cooperativo, el 10 de Abril expusieron otros
dos grupos: “Los cazafuturos” y “Punto y final”.
El grupo que comenzó su exposición fue "Los
Cazafuturos". Este grupo nos contó la historia de Álvaro, un profesor
que, cansado de la situación y de que sus alumnos nos aprendan pide ayuda a sus compañeros para
buscar soluciones a dicho problema. La mejor solución la aporta una compañera: el
trabajo cooperativo.
Para llevar a cabo el aprendizaje
cooperativo el profesor debe cambiar su pedagogía. Además debemos darle
importancia a la motivación, ya que es un aspecto fundamental a la hora
de enseñar. Para poder motivar a nuestros alumnos debemos conocerles, saber sus
intereses y necesidades y ser su guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
para que el alumno despierte su curiosidad sobre diversos temas, los investigue
y descubra de forma autónoma el conocimiento para poder compartirlo con los
demás. Este cambio de pedagogía que debe asumir el profesor incluye:
-
Fomentar
el trabajo en equipo en el que cada
alumno aprenda según sus posibilidades y ritmo.
-
Llevar
a cabo nuevas estrategias de aprendizaje que se respondan a las demandas
de los alumnos y sirven como ayuda para mejorar las relaciones del grupo.
Podemos llevar a cabo técnicas como lápices al centro, en la que los alumnos
organizan el tiempo para realizar tareas y para exponer las ideas en común.
-
Todos los
alumnos deben estar juntos en el aula, no sirve de nada mandar a un alumno
a un aula de apoyo con un especialista ya que lo único que conseguimos es que
el alumno se sienta excluido y no aprenda nada. En el aula no solo se aprenden
contenidos, sino también surgen temas de índole social: trabajar las relaciones
sociales, los valores, etc.
-
Debemos
reforzar los aspectos positivos. Reforzar lo negativo solo lleva a que
vuelvan a realizar estas acciones, además, cuando reforzamos los aspectos
negativos hacemos que el alumno se cree un autoconcepto erróneo que le lleva a
la frustración y a la perdida de motivación.
-
Cambiar
la organización de la clase. Los alumnos
no pueden estar sentados de forma individual o en parejas, deben interaccionar
con más alumnos, debemos colocarnos en grupos, hacerles que trabajen juntos y
hacer que los niños se sientan parte de ellos. Esta organización hace que se
refuerce la seguridad en si mismos, el espíritu critico, la motivación y se
mejoran las relaciones sociales.
Su propuesta didáctica combinaba dos
técnicas de trabajo cooperativo: rompecabezas y TGT utilizando como material la
historia contemporánea. Me pareció muy interesante que una vez realizada la
técnica del rompecabezas, en vez de realizar un trabajo o una exposición,
realicen un juego a modo de evaluación de conocimientos en el que todos los
alumnos participan y todos salen reforzados de forma positiva.
Posteriormente expuso el grupo: “Punto y
Final”. Este grupo ha sido muy original
ya que grabaron un telediario en el que nos explicaban lo que es el aprendizaje
cooperativo. Este grupo me ha enseñado lo que se lleva a cabo en algunos
centros educativos y que yo nunca había oído hablar, es el “Proyecto Include”. Con
este proyecto todos los miembros de la comunidad educativa (padres, abuelos, tíos profesores, miembros del AMPA…) son partícipes de los materiales y
contenidos que se lleva a cabo en el centro porque una vez por semana acuden al
colegio con el fin de colaborar, ayudar y ser participe de la educación que se
les da a los alumnos.
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