Reflexión sobre mi aprendizaje
Creo que una reflexión no viene marcada por los tres
trabajos que hayamos hecho a lo largo del curso. Creo que una reflexión sobre
esta asignatura es el progreso, la evolución que has tenido como alumno en este
corto periplo.
Así pues, he de decir que a comienzos de esta asignatura
venía con una idea diferente de la que tengo ahora. Mi idea era cogerme otra
asignatura que fuera distinta a esta y que tuviera más peso, como Matemáticas, Lengua o Ciencias. El caso, que estas
asignaturas no fueron ofertadas como especialidades y escogí esta asignatura mención,
“Necesidades Educativas Especiales”. Sabía de qué trataba esta mención y mi
mentalidad era de exclusión, en vez de inclusión, sobre todo por las
experiencias que había tenido y arrastrado de las prácticas.
La primera clase cambió totalmente mis expectativas, pues
la docente nos dijo que no se trataba de atender a alumnos con NEE (mi idea
sobre la asignatura), sino de atender a todo el alumnado, de cómo podemos dar
cabida y responder a todas las necesidades dentro del aula sin que nadie salga
de ésta. Aun así, mis ideales eran los mismos, aunque a medida que avanzamos en
los trabajos fue cambiando la cosa. Me he concienciado de lo que significa ser
docente, no ser un buen y mal docente, sino docente: docente significado
querer, implicarse, moverse, hacer todo lo posible para responder las
necesidades de todos tus alumnos y no de unos pocos. Ser docente implica que
TODOS aprendan atendiendo a sus características lo máximo posible, de la mejor manera
posible. Y para esto hay que implicarse y no sólo pensarlo.
El primer trabajo fue: APRENDIZAJE COOPERATIVO.
En este trabajo la docente dijo que realizáramos equipos
base con distintas características (género, repetidor, actividad laboral,…) de
manera que los grupos fueran heterogéneos.
La verdad que no estaba muy convencido de esto, pues me tocó trabajar con gente
con la nunca había trabajado, pero ahora mi opinión es diferente. Trabajar de
la misma forma de lo que íbamos a hacer el trabajo nos ayudó mucho, no sólo a
la hora de hacer el trabajo, sino el vivirlo y experimentarlo, porque no es lo
mismo vivirlo que contarlo. Asimismo, nos asignamos roles, realizamos un plan
de equipo con los objetivos, del equipo, las microtareas, los compromisos, etc.
Una de las cosas que más me llamó la atención es cómo
funcionamos en grupo. El grupo funcionó bastante bien porque nos sentíamos todos
integrantes del mismo, y además se daba la interdependencia positiva, es decir,
todos aprendemos de todos, puntos y aspectos que se daban en el trabajo
cooperativo, por lo que nos fue muy fácil realizar este trabajo.
Otra cosa de la que me quedo fue las reflexiones y las autoevaluaciones
en grupo. Generalmente, llevamos exponiendo bastante tiempo, pero todas de
todas estas exposiciones no aprendes nada. Sin embargo, con las reflexiones y
las autoevaluaciones estas atento, te interesa de lo que hablas porque de veras
te haces consciente de tu aprendizaje. De todas las exposiciones me llevo
varios aspectos y varios matices que en este trabajo no lo vimos o no
trabajamos.
Por ejemplo, a la hora de asignar los roles, estos no
deben asignarse y ya, sino que los roles tienen unas tareas definidas que han
de cumplirse, que no están de adorno. En el aula, como docentes, tenemos que
definir las tareas de estos roles (no basta con decir “tú eres jefe de equipo”), tenemos que ir poco a poco (pues
acabamos de empezar a realizar trabajo cooperativo en el aula), haciendo que se
cumplan dos o tres tareas (que se cumplan de manera correcta) de ese rol, para
que posteriormente ir implementando más. A
colación con los roles, una de las charlas que tuvimos fue la de la función del
secretario. El secretario no sólo apunta lo que dicen los demás, sino que la
finalidad de apuntar lo que se va a
hacer es reflexionar sobre lo que se ha escrito, para que al día siguiente
hacer un repaso de lo que se ha apuntado, y si se ha cumplido o no.
En realidad, las exposiciones y los debates generados en
clase me sirvieron y me enseñaron a profundizar en el trabajo que hicimos sobre
trabajo cooperativo. Estos debates me resultaron bastante interesantes, ya que
como docente te sirve para adoptar y afrontar el trabajo cooperativo en el
aula, así como hacerte ver lo que hay en las aulas (lo que se hace y lo que no
se hace).
En relación a nuestro trabajo, nuestro grupo creó un
cuento donde a partir de un niño con dificultades de relación con sus
compañeros, un profesor se concienció en que la mejor manera de que éste se
relacionara con sus compañeros era el trabajo cooperativo. De aquí tratamos un
aspecto que me parece fundamental en la inclusión y que más tarde hablaré de
él, y es la motivación y las ganas del profesorados por hacer sus prácticas
inclusivas.
Por otra parte, de nuestro trabajo, y creo que el único
punto que fallamos fue el de la creación de normas. Nosotros dijimos que las
normas en el aula son muy importantes, y éstas han de ser creadas por el
alumnado. No obstante, nosotros fuimos tan abstractos de crear este tipo de
normas: “Respetar la diversidad del aula”. Es imposible que nuestros creen este
tipo de normas, y si las pusiéramos nosotros no lo comprenderíamos. En
ocasiones debemos centrarnos más en la vida en el aula, que en la vida en la
universidad.
El segundo trabajo que hicimos se centró más en todos los
aspectos generales de educación inclusiva. Trabajamos mediante MAPAS CONCEPTUALES.
En este trabajo nos tuvimos que leer
todos unos textos. Uno de ellos era teórico de Mell Ainscow y otros dos
prácticos. Teníamos que relacionar la teoría con los casos prácticos y hacer el
equipo base un mapa conceptual. Una vez que cada
grupo ya tuviera hecho su mapa, cada miembro debía tener una copia del mapa
conceptual para después reunirse con los demás miembros de los otros grupos.
Esta reunión consistía en exponer el mapa que había elaborado cada miembro de
su grupo, así como reflexionar sobre cada mapa y elaborar o rehacer un nuevo
mapa.
El reunirte con miembros de otros grupos me ayudó a ver los diferentes puntos
de vista de sus distintos mapas, con lo que todos pudimos observar lo que nos
faltaba, lo que ya habíamos puesto y lo que podíamos mejorar. Asimismo, el
relacionarte con personas que casi nunca has hablado con ellas en la
universidad, mejora las relaciones entre las mismas. Por otro lado, el clima en
grupo fue bastante bueno y se trabajó muy bien y de manera autónoma porque
todos estábamos implicados y habíamos trabajado anteriormente.
En relación con esta actividad,
quisiera señalar que me sirvió bastante porque comprendí sobre que pilares se
sostiene la educación inclusiva: valores, comunidad educativa, eliminación de
barreras, curriculum flexible, liderazgo compartido,…
La última actividad consistía en
interiorizar y reflexionar todos los conceptos que habíamos visto sobre EDUCACIÓN INCLUSIVA. Cada grupo trabajo
textos diferentes sobre autores expertos en la materia: Gerardo Echeita, Mell
Ainscow o Tony Booth. Pero además, no sólo trabajamos estos autores, sino que
vimos trabajos basados en cómo es el aula diversificada o el proyecto “Atlántida”.
Todo me ha servido para que las
ideas sobre inclusión queden más fijas y amarradas. Sobre todo me quedo con el
pilar básico y fundamental de la educación inclusiva y éste es: la formación
del profesorado.
En nuestro trabajo, el caso práctico
tenía que ver con la formación del profesorado. Yo creo que si cambia el
profesorado hacia una mentalidad inclusiva cambia todo. Si tienes recursos para
trabajar de forma inclusiva, si tú crees que los valores que ofreces son
inclusivos, si hay un curriculum flexible, si la comunidad educativa te apoya y
el profesor no está por la labor de hacer esa práctica inclusiva en el aula no
sirve de nada.
Sólo me queda decir que gracias a
esta asignatura mi mentalidad ha cambiado, y como ya he dicho no basta con
cambiar hay que actuar.